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Encuentre la suya y vaya tomando clases de conducir porque en un futuro, según la SEP, les podrán ser muy útiles.
Áreas humanas son semillero de taxistas
La SEP detectó que quienes estudian Antropología o Historia tienen más probabilidades de terminar como vigilante o chofer
Por Tomado de internet / Excélsior
Dia de publicación: 2010-01-31
Cuatro de cada diez profesionistas en México trabaja en una actividad que no está ligada a la carrera que estudió; pero quienes terminan buscando un ingreso como taxista o vigilante son los antropólogos, etnólogos, arqueólogos, historiadores, geógrafos, geólogos, agrónomos o ingenieros químicos industriales.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Educación Pública (SEP), hasta el último trimestre de 2009, 37 por ciento de los mexicanos que cuentan con estudios superiores trabaja en ocupaciones no profesionales, fenómeno que se acentúa ligeramente entre las mujeres.
El subsecretario de Educación Superior, Rodolfo Tuirán, explicó que ante la crisis económica, que el año pasado dejó sin empleo a más de 400 mil profesionistas, algunos se vieron obligados a obtener un ingreso como operador de transporte o en tareas de protección y vigilancia.
El funcionario detalló que la falta de oportunidades de empleo, sobre todo en áreas donde no hay mucha oferta, ha ocasionado que algunos profesionistas se inserten en actividades no profesionales y que no exigen calificación alguna para su desempeño.
Tras un análisis de la situación de los profesionistas y el mercado laboral de los últimos tres meses de 2009, la subsecretaría de Educación Superior detectó que 14 por ciento de los antropólogos, arqueólogos y etnólogos laboran de taxistas o guardias de seguridad.
Lo mismo ocurre con 11 por ciento de los historiadores; 10 por ciento de los ingenieros en topografía, hidrografía y geología; y cinco por ciento de los ingenieros químicos, industriales y de alimentos.
En contraste, los profesionistas que menos recurren a esta ocupación son los químicos farmacéuticos, enfermeras, doctores, físicos, músicos, ingenieros metalúrgicos o egresado de turismo, nutrición y danza.
En cuestión de género, las mujeres están en mayor desventaja. Mientras que 38.5 de las universitarias se emplean en oficios ajenos a su formación, dicho porcentaje se reduce a 34.6 por ciento entre los varones.
Con base en este cuadro comparativo de la proporción de profesionistas por carrera que se emplean como operadores de transporte o vigilantes, revela que las áreas sociales ligadas al estudio del hombre y de su entorno son las que más complicaciones tienen para insertarse en el mercado laboral.
En consecuencia, son los universitarios que más se ocupan como operadores de taxi, microbús o vigilantes debido a que no tienen otra opción.
Así, un egresado de Antropología, Etnología, Arqueología, Historia o Ingeniería Química corre mayor riesgo de no ejercer su profesión y de ocuparse como operador de transporte o guardia de seguridad.
En otras palabras, son las carreras que más taxistas y vigilantes preparan durante cuatro años de educación superior.
Ante esta situación, no es extraño que en nuestro país una persona sin estudios o que no terminó la primaria tenga más oportunidades de encontrar un empleo que un profesionista.
Datos de la misma SEP, muestran que en México la tasa de desempleo abierto de la población sin estudios o con primaria incompleta es menor a la de la población que estudió una licenciatura o ingeniería.
En el último trimestre del año pasado, la tasa de desocupación general en el país fue de 6.2 por ciento; mientras que para los profesionistas fue de 5.7 por ciento.
En cambio, esta desocupación fue menos grave para las personas que no tienen estudios, ya que el desempleo en este sector fue de 2.7 por ciento, y para los que no concluyeron la secundaria la posibilidad de estar desempleada se redujo a cinco por ciento.
Áreas humanas son semillero de taxistas
La SEP detectó que quienes estudian Antropología o Historia tienen más probabilidades de terminar como vigilante o chofer
Por Tomado de internet / Excélsior
Dia de publicación: 2010-01-31
Cuatro de cada diez profesionistas en México trabaja en una actividad que no está ligada a la carrera que estudió; pero quienes terminan buscando un ingreso como taxista o vigilante son los antropólogos, etnólogos, arqueólogos, historiadores, geógrafos, geólogos, agrónomos o ingenieros químicos industriales.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Educación Pública (SEP), hasta el último trimestre de 2009, 37 por ciento de los mexicanos que cuentan con estudios superiores trabaja en ocupaciones no profesionales, fenómeno que se acentúa ligeramente entre las mujeres.
El subsecretario de Educación Superior, Rodolfo Tuirán, explicó que ante la crisis económica, que el año pasado dejó sin empleo a más de 400 mil profesionistas, algunos se vieron obligados a obtener un ingreso como operador de transporte o en tareas de protección y vigilancia.
El funcionario detalló que la falta de oportunidades de empleo, sobre todo en áreas donde no hay mucha oferta, ha ocasionado que algunos profesionistas se inserten en actividades no profesionales y que no exigen calificación alguna para su desempeño.
Tras un análisis de la situación de los profesionistas y el mercado laboral de los últimos tres meses de 2009, la subsecretaría de Educación Superior detectó que 14 por ciento de los antropólogos, arqueólogos y etnólogos laboran de taxistas o guardias de seguridad.
Lo mismo ocurre con 11 por ciento de los historiadores; 10 por ciento de los ingenieros en topografía, hidrografía y geología; y cinco por ciento de los ingenieros químicos, industriales y de alimentos.
En contraste, los profesionistas que menos recurren a esta ocupación son los químicos farmacéuticos, enfermeras, doctores, físicos, músicos, ingenieros metalúrgicos o egresado de turismo, nutrición y danza.
En cuestión de género, las mujeres están en mayor desventaja. Mientras que 38.5 de las universitarias se emplean en oficios ajenos a su formación, dicho porcentaje se reduce a 34.6 por ciento entre los varones.
Con base en este cuadro comparativo de la proporción de profesionistas por carrera que se emplean como operadores de transporte o vigilantes, revela que las áreas sociales ligadas al estudio del hombre y de su entorno son las que más complicaciones tienen para insertarse en el mercado laboral.
En consecuencia, son los universitarios que más se ocupan como operadores de taxi, microbús o vigilantes debido a que no tienen otra opción.
Así, un egresado de Antropología, Etnología, Arqueología, Historia o Ingeniería Química corre mayor riesgo de no ejercer su profesión y de ocuparse como operador de transporte o guardia de seguridad.
En otras palabras, son las carreras que más taxistas y vigilantes preparan durante cuatro años de educación superior.
Ante esta situación, no es extraño que en nuestro país una persona sin estudios o que no terminó la primaria tenga más oportunidades de encontrar un empleo que un profesionista.
Datos de la misma SEP, muestran que en México la tasa de desempleo abierto de la población sin estudios o con primaria incompleta es menor a la de la población que estudió una licenciatura o ingeniería.
En el último trimestre del año pasado, la tasa de desocupación general en el país fue de 6.2 por ciento; mientras que para los profesionistas fue de 5.7 por ciento.
En cambio, esta desocupación fue menos grave para las personas que no tienen estudios, ya que el desempleo en este sector fue de 2.7 por ciento, y para los que no concluyeron la secundaria la posibilidad de estar desempleada se redujo a cinco por ciento.