La organización lamenta que no se haya puesto fin a una política "ineficaz y perjudicial".
Amnistía Internacional dice que pidió reiteradamente al Presidente de EE. UU. terminar el embargo contra la isla en virtud de la llamada Ley sobre Comercio con el Enemigo.
En una carta enviada a la Casa Blanca el 12 de agosto de este año, la organización instó a Obama a abandonar una política iniciada hace ya cinco décadas que ha afectado negativamente a la situación de los derechos humanos en Cuba.
El Gobierno cubano, explica Amnistía Internacional, ha utilizado repetidamente el embargo como "justificación para mantener sus restricciones a las libertades de expresión, asociación y reunión".
En un informe publicado el pasado junio bajo el título de "Restricciones a la Libertad de Expresión en Cuba", Amnistía explica cómo el Gobierno cubano seguía utilizando el embargo y el antagonismo político con EE. UU. como pretexto para reprimir las críticas de la población.
Una de las consecuencias es que los periodistas independientes y los defensores de los derechos humanos se ven continuamente hostigados, intimidados y expuestos a procesos judiciales.
Un informe publicado también por Amnistía el año pasado sobre el impacto del embargo sobre los derechos económicos y sociales en Cuba indicaba que las sanciones que EE. UU. aplica a la isla desde 1962 afectan negativamente al acceso de la población a las medicinas y las tecnologías médicas, lo que pone en peligro la salud de millones de personas.
El Congreso de EE. UU., dice la organización defensora de los derechos humanos, es la autoridad que puede revocar ese equivocado embargo que tiene un impacto devastador sobre la vida de los cubanos.
El propio presidente Obama, añade, tiene el poder de dar marcha atrás en cualquier momento en su reciente decisión, suspendiendo la aplicación a Cuba de una medida "anticuada, que data de la Guerra Fría" e impide el disfrute de los derechos humanos tanto a los cubanos como a ciudadanos de Estados Unidos.
