Los últimos cinco años han sido, según especialistas, los mejores del último medio siglo para la región.
Los países de la región promedian, hoy por hoy, un crecimiento económico de más del cinco por ciento anual, y la gran mayoría -Venezuela es una excepción- ha logrado mantener a raya la inflación, alguna vez la plaga de las economías latinoamericanas.
Esto ocurre, precisamente, por la dura lección aprendida durante las crisis inflacionarias de Brasil, Argentina y Perú en los ochentas. Las políticas proteccionistas fueron reemplazadas por patrones de apertura que, a su vez, dieron paso en la mayoría de la región al libre comercio.
Según la Comisión Económica de la ONU para América Latina, se estima que unos 40 millones de latinoamericanos salieron de la pobreza en la última década. Se da por sentado que los números no serán halagüeños en los dos últimos dos años de esta década, alterados por la recesión global, pero los pronósticos son optimistas, incluso frente a ese paréntesis. La revista especializada The Economist, en su edición de la semana pasada, puso a América Latina en portada, con un mapa inverso en el que el norte es el sur y en el que se lee este titular: 'El patio trasero de nadie'.
Cuando se mira como región, Latinoamérica alcanza niveles de potencia emergente. Brasil puede aspirar a ese título por sus propios medios, pero su crecimiento ayuda a jalonar el del vecindario. Colombia, Chile, Perú y Panamá muestran avances concretos en la consolidación de sus sistemas productivos y comerciales. México es otro importante polo de desarrollo, aunque se haya visto afectado en años recientes por el coletazo de la violencia derivada del narcotráfico.
El punto fuerte de América Latina es su vasto potencial de recursos naturales: tiene el 15 por ciento de las reservas de petróleo del mundo y un 30 por ciento del agua potable. Se estima que en América Latina está una cuarta parte de la tierra cultivable en el planeta.
Por añadidura, la media de acceso a cuentas bancarias y préstamos de los habitantes de Latinoamérica y del Caribe es mayor que la de los países en desarrollo a nivel mundial, según un informe publicado el viernes por el Banco Mundial (BM) que revela que, pese a la crisis, la economía formal en la región creció en los últimos años.
Los Gobiernos han emprendido reformas para mejorar la generalización de la economía formal. De hecho, se espera que el crecimiento del crédito bancario de la región en la próxima década sea el más alto del mundo, después de China y de India.
