A los hombres circuncidados no se les acumula el esmegma (secreción que también producen las mujeres en el área de la vulva alrededor del clítoris). Sin embargo, la circuncisión y la higiene no están científicamente vinculados: la Royal Dutch Medical Association dice que "no hay pruebas convincentes de que la circuncisión es útil o necesaria en materia de prevención e higiene".7 Además, la American Academy of Pediatrics dice: "la circuncisión ha sido sugerida como un método eficaz para mantener la higiene del pene desde la época de las dinastías egipcias, pero hay pocas pruebas para afirmar la asociación entre el estado de la circuncisión y la higiene del pene óptima".8
No está demostrado epidemiológicamente que en las poblaciones con menor tasa de circuncisión hay más casos de cáncer de pene. Se supone que esta creencia se sustenta en que la acumulación de esmegma favorece la contaminación por Corynebacterium esmegmatis, que transforma el esmegma en esteroles altamente cancerígenos.
Aun así desde el punto de vista médico y de higiene se debe tener hábitos de higiene y de cuidado del pene.