Todos los días pasaba por una casa un repartidor de periódicos, el cual siempre que entraba al patio delantero a dejar el periódico, encontraba a un niño que lo esperaba, y con la mano y el dedo apuntándole, le hacía:
niño: ¡Pum, pum, pum! Simulando disparos contra el repartidor.
Esto era...