Hasta que me enamoré de mí, el mundo se enamoró de mí. Me acepté y me aceptaron.
No tengo nada raro, no soy nada malo, soy yo, me siento orgulloso de ser quien soy, camino con la frente en alto, la mirada fija y me río como me gusta.
Caminé por la vida sonriendo por ser quien soy y...