"Entramos en un pequeño café, pedimos y nos sentamos en una mesa. Luego entran dos personas.:
- Cinco cafés. Dos son para nosotros y tres "pendientes".
Pagan los cinco cafés, beben sus dos cafés y se van. Pregunto:
- ¿Cuáles son esos “cafés pendientes”?
Me dicen:
- Espera y verás.
Luego vienen otras personas. Dos chicas piden dos cafés - pagan normalmente. Después de un tiempo, vienen tres abogados y piden siete cafés:
- Tres son para nosotros, y cuatro “pendientes”.
Pagan por siete, se toman los tres y se marchan. Después un joven pide dos cafés, bebe sólo uno, pero paga los dos. Estamos sentados, hablamos y miramos a través de la puerta abierta la plaza iluminada por el sol delante de la cafetería. De repente, en la puerta aparece un hombre vestido muy pobre y pregunta en voz baja:
- ¿Tienen algún "café pendiente"?
- Cinco cafés. Dos son para nosotros y tres "pendientes".
Pagan los cinco cafés, beben sus dos cafés y se van. Pregunto:
- ¿Cuáles son esos “cafés pendientes”?
Me dicen:
- Espera y verás.
Luego vienen otras personas. Dos chicas piden dos cafés - pagan normalmente. Después de un tiempo, vienen tres abogados y piden siete cafés:
- Tres son para nosotros, y cuatro “pendientes”.
Pagan por siete, se toman los tres y se marchan. Después un joven pide dos cafés, bebe sólo uno, pero paga los dos. Estamos sentados, hablamos y miramos a través de la puerta abierta la plaza iluminada por el sol delante de la cafetería. De repente, en la puerta aparece un hombre vestido muy pobre y pregunta en voz baja:
- ¿Tienen algún "café pendiente"?
"El café pendiente" - Tonino Guerra, contó la historia de uno de sus directores Federico Fellini y Vittorio De Sica. Incidente que, según él, puede traer lágrimas a cualquiera.
El valor de los pequeños actos...