COPAS
por Dorvas @ 2015-03-25 – 11:33:38
Eran las cuatro de la mañana de un día cualquiera de esos de mis francachelas de lobo solitario. Entré por casualidad en aquel bar o más bien porque no me apetecía, nunca me apetece, la verdad, la soledad de mi cama.
Le pedí al aburrido camarero un vodka...